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sábado, 29 de diciembre de 2007

jueves, 20 de diciembre de 2007

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Una tarde lluviosa y fría...

se aleja desde mi ventana dando paso a una clara y estrellada noche. Sentada cómodamente, no me doy cuenta, que el día se esfumó, como agua entre los dedos. No hay más café. Tú, no estás. Me dejo llevar por el pensamiento, la ausencia que comprueba la presencia. Así, de pronto. Obsesivamente pienso en ti. Imaginando que llegas a mi puerta. Que tu sonrisa se funde con el beso. Mi perfume te envuelve, en una cálida sensación. Quiero decirte que te esperaba. Tapas mis palabras con tus besos. Una gota de lluvia cae de tu cabello, deslizándose sobre mi mejilla. El teléfono suena y me sobresalto. Lo miro con ansias pensando si pudiera detenerlo. Para prolongar esa sensación, de nuestros cuerpos unidos, en el beso, en la fragancia del ambiente. Otra vez el teléfono, me devuelve a la realidad. Pero sé, que hubo algo y que quizás fue todo real, en mi mente.

Solemne el aguacero cae...

abrazando las heridas, cántaro feroz del olvido, en un puente de palabras. Simulacro para poder llegar hasta vos. En un punto deshabitado, en el cáliz de la nostalgia, deliran los vaivenes de la tristeza. Fiel al desconsuelo se desbocan y blasfeman aturdidos rencores a la puesta del sol. Mi noche se cierra, en un puño vestido de pecado y fracaso. Resabio que amanece de un pasado sin fantasías, en el subconsciente de un viejo reloj de arena. Y canalla la melancolía me confina, al holocausto de recordar tu escalofriante alma, en mi interna patria, adormecida al compás de las cenizas de un tango.

(Derechos de Autor registrados)

viernes, 30 de noviembre de 2007

lunes, 26 de noviembre de 2007

En el recodo de mi calle...

me espera el olvido. Un poco más allá un valle de melancolías, encarcelando el recuerdo, en el país de la inocencia. Como aquellas lejanas y sepias mañanas de otoño. Los naranjos en la vereda. La insolente brisa sobre el llano. Unas trenzas deshechas. Un vestido de ilusiones, con el ruedo descosido. La casa de mi infancia. El mantel blanco. Bordado de flores, violetas y rosas, salpicadas con amor. El dulce olor de los pasteles horneados por la babushka. Las tertulias de invierno entre risas, mates, jugando al estanciero. Una tarde dominical perfumada de chocolate y vainilla. Los barriletes, con la cola de trapo remontando vuelo al cielo azul. Una primavera de jazmines, en el silencio del jardín. Amparo de mariposas traviesas junto al viejo café salvaje, anidando a mi amigo el hornero y en la vereda el sauce llorón mojándome con sus penas. El agua de lluvia, fresca, apacible, resbalando sobre mi adolescencia. Universo altivo, devorado sin miedo. Una mantilla blanca para la misa y unos labios que tiemblan, con el primer beso.

domingo, 28 de octubre de 2007

Y si mañana...

(Derechos de Autor Registrados)

Detrás de la prisa...

(Derechos de Autor Registrados)

miércoles, 19 de septiembre de 2007

(Derechos de Autor Registrados)

lunes, 27 de agosto de 2007

(Derechos de Autor Reservados)

domingo, 26 de agosto de 2007

(Derechos de Autor Registrados)

lunes, 13 de agosto de 2007

Lejos del paraíso...

un preludio de encuentros y desencuentros trascienden quizás a contrapelo, como los últimos capítulos de la historia, que comenzó con la primera célula eyectando las raíces de la humanidad.
Una prolija reiteración de la teoría. Una quimera, que languidece y es sepultada con el sudor, que fue marcando el destino de la cotidiana lucha del existir.
(Derechos de Autor Registrados)

domingo, 12 de agosto de 2007

Cuando me vaya...

me llevarè en la maleta unas pocas palabras y ninguna letra. Un par de cerillos apagados, que no encenderàn fuego alguno. Unas rosas marchitas y el perfume del ùltimo jazmìn, que me robè del jardìn de las ilusiones. Y un lapiz labial, para dibujarme una sonrisa indiscreta.

domingo, 15 de julio de 2007

Un ocaso sombrìo...

revolotea con un viento sin profundidad, sobre hojas de otoño. Un oscurecer sin nada expira lento, en el alma. Un sueño apurado atraviesa los callejones de mis suburbios, para llegar quien sabe a donde. Un cielo tempestuoso exhala destellos, en la penumbra, que cierra la monotonìa vestida, con una fingida sonrisa ante la insuficiencia de un interès inventado. Un lamento interior ansìa huir de la opresiòn causada por la inexistente felicidad.

sábado, 14 de julio de 2007

Un perplejo parpadeo...

se vislumbra desde

el sangrante anochecer.

Callejones sin salida

acunan sin doblez

la indiferencia de los dìas.

Errantes luces esconden,

lloran y desgarran

su febril arrogancia.

Con hirientes palabras

se aferran tenaces

vestidas de humildes amapolas.

(Derechos de Autor Registrados)

lunes, 9 de julio de 2007

Las promesas son...

folclore y candombe.

Un sofisticado robo de ilusiones.

Alimento de payasos.

Risa imperecedera,

que se canjea

por el ritmo de la piel.

(Derechos de Autor Registrados)

Si a la otra orilla del mar...

la vida transcurre sin urgencias, con el canto de los pájaros, junto al tiempo, que troquela la naturaleza. Y delante de tu balcón se elevan las sierras, olivares desgarrando una agreste monotonía, que viaja con devaneos arañando distancias desde un espacio circular, con ritmo pausado cristalizando la ilusión. De éste lado del mar, en cada trazo, cada pincelada a la sombra del ombú de mi querida llanura, extrañas entonaciones juegan con las palabras ahogándose en un folclore de irreales sensaciones cuando lo sólido se desvanece, en los sueños del breve existir.

domingo, 1 de julio de 2007

En la persiana de la vida...

descansa un corazòn

y a la orilla del mar

travieso el viento sopla

despeinando los sueños.

Lenguas de humo,

ùltimas bocanadas

de un gesto disperso.

En estas hojas blancas

se recuesta la nostalgia.

Equivocadas palabras

me aulla el silencio,

que no recuerdo para vivir.

(Derechos de Autor Registrados)

viernes, 15 de junio de 2007

El río se traga...

aquellos instantes, noches de sosiego, sombrías citas, cantos gregorianos rasgando los anhelos agonizan, en la inmortalidad. El viento saborea el aliento de viejas presencias, que agonizan en el estertor de un pasado distante. Querubines mecen el tiempo, y con su fachada de piedad se llevan el último suspiro de tu mirada de cristal. Alenka

martes, 29 de mayo de 2007

Mi mirada se recuesta...

en la ensenada del tiempo,

mi piel se nubla desde la cabeza a los pies

por la pegajosa niebla, que se escurre

desde la insoportable llovizna.

Inútil la sangre se evapora sin tristeza

huyendo de las tempestades, que aprisionan

la pasión, el deseo, cárcel de mí desvelo,

con el imperante grito del alma impura.

En un sueño errante caigo al suplicio

del temor de despertar, en esta afonía,

que se obstina en llevarse mi luz, mi desliz

y me deja las apetencias de un espacio vacante.

Lastimosas palabras y gestos incineraron

el fuego para llenar otra vez

los días y las noches, con el musgo inmortal,

que crece junto al muro de mis lamentos.

Yo, pájaro temeroso, fantasma perdido

gritando a quien nada oye, acecho los umbrales

inhumana y lentamente difundida,

con una voz que se ahoga para siempre.

(Derechos de Autor Registrados)

domingo, 13 de mayo de 2007

Naufraga el sonido...

en un exiliado lenguaje.

¿Quién ahora escuchará las palabras?

¿Acaso tú o yo?

Cuando se desgarran las almas, alejadas,

con la ausencia impuesta en el aire.

¡Hay tristeza que golpea la memoria!

Bajo la ramazón de un ahogado grito,

inconclusa pena, que enmudece

en la asimétrica letanía de Mayo.

(Derechos de Autor Registrados)

martes, 1 de mayo de 2007

La inclemencia chapotea
en la obscena insinuación
de mi atemporal laguna.
Fosa cavada en mi memoria.
Reposo inconfesable de las miserias,
que como aves negras me acosaron
desde un gris cielorraso,
cuando fui parte del aire.
Un estremecer de sensaciones
descargando plegarias al viento,
cuando pude ver a mi propia figura
desplegada en un ideal del tiempo
y no pude volver a casa.
Hoy soy la mirada indescifrable
adormeciendo al temor entre flores y velas,
para fugarse en el encuentro de mañana.
Una mujer desnuda en la pared,
que resbalará por el tobogán del mundo.
(Derechos de Autor Registrados)

domingo, 29 de abril de 2007

Algún día

Estaremos frente a frente,
en el asombro de otra vida.
Con este amor que hoy por ti siento,
esperaré ese gran día.
Manteniendo mis ilusiones y deseos vivo.
Para ese encuentro sin memoria guardaré silencio.
Hasta que tú me nombres.
(Derechos de Autor Registrados)

miércoles, 25 de abril de 2007

Secretos

Condena de la evocación.
Oscura luz de la melancolía.
Mustia melodía agonizando, en el alma.
Tiempo congelado, en las pupilas de un silencioso mirar.
Diurna calidez.
Con el lacerante sentir me hace saber, que cuando anochezca tendré otra cita, con la soledad.
(Derechos de Autor Registrados)


Me voy negando al amor
aùn cuando me angustie
y domine tu piel.

En las horas vacías recorres
mis caminos sin pasar.

Amaneciendo, en mi locura real.

(Derechos de Autor Registrados)


Un escenario

Un escenario
y al mismo tiempo
sobre sus tablas,
un sueño.

Simple descanso.

Un estrepitoso dejar de respirar
potencia el aire, cristaliza el aliento.

Minimiza la vida.

(Derechos de Autor Registrados)





Por la mañana

Por la mañana
una caricia envuelta
en la humedad de la rojiza
bruma bifurca el sueño.

Derrama su poder.

Y el cuerpo yace,
entre las sábanas,
con mi aliento disolviéndose.

En el breve espacio,
que una vez nos unió.

(Derechos de Autor Registrados
)


Hoy sentì...

Hoy sentì...

tus manos en mi piel
recorrer mi cuello.

Erizarse
mis sentidos
ante tu aliento.

Y mis dientes
morder tu
cuerpo.

(Derechos de Autor Registrados)






Fue un acto de amor,
donde nuestros cuerpos gozaron.

Multitud de orgasmos,
culminaron el deseo.

Fuego de sensaciones.

Gemidos callados
explotando, en los brazos de la pasión.

(Derechos de Autor Registrados)





Una pasión me desata, en el intacto deseo.

Con extraña ternura avasalla mi piel.

Una lava inesperada
y mi temblor final cae,
ante tu olor a felina selva.

Por la presión inexorable
de tu mirada.


(Derechos de Autor Registrados)





Un sudor me embriaga,
cercenando la cordura.

El deseo quema, se convulsiona,
entre mis piernas.

La sal de tu cuerpo
arde, en mi boca,
acrecentando mí sed de ti.

(Derechos de Autor Registrados)



Buenos Aires, Argentina
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Alenka

Alenka