
revolotea con un viento sin profundidad, sobre hojas de otoño. Un oscurecer sin nada expira lento, en el alma. Un sueño apurado atraviesa los callejones de mis suburbios, para llegar quien sabe a donde. Un cielo tempestuoso exhala destellos, en la penumbra, que cierra la monotonìa vestida, con una fingida sonrisa ante la insuficiencia de un interès inventado. Un lamento interior ansìa huir de la opresiòn causada por la inexistente felicidad.
2 comentarios:
Helen,... tu poema es bellímo!!!...
aúnque tiene su caríz de tristeza y soledad,
predomina más la belleza de cada uno de tus versos.
Muchos cariños.
Monina.
...triste la pena, busca la letra...las manos dibujan en sus hojas las almas y de repente ese sentir se hace canción que mitiga el espíritu!
Mi abrazo y aplaudo la belleza de tus textos.
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