…aunque
arda en el fuego de las estrellas.
No
soy tu sueño acabado en el arrojo.
No
soy nada, en el curso del tiempo.
Y
en un reloj de arena tu blanca cabellera
ya
no llora ninguna pena.
La
sombra en tu vida es:
Un
árbol talado, ramas cortadas.
Y
entre tus dedos vacíos
deshojaste
pétalos de margaritas
jugando
con algunos versos.
En
el paisaje anochecido
sigo
viva, con mi luz encendida
y
mis ojos tienen una senda.
Un
camino bordeado
de
afectos y anhelos.
Alenka