un preludio de encuentros
y desencuentros trascienden quizás a contrapelo,
como los últimos capítulos de la historia,
que comenzó con la primera célula
eyectando las raíces de la humanidad.
Una prolija reiteración de la teoría.
Una quimera, que languidece
y es sepultada con el sudor,
que fue marcando el destino
de la cotidiana lucha del existir.
(Derechos de Autor Registrados)