
aquellos instantes,
noches de sosiego, sombrías citas,
cantos gregorianos rasgando los anhelos
agonizan, en la inmortalidad.
El viento saborea el aliento
de viejas presencias,
que agonizan en el estertor
de un pasado distante.
Querubines mecen el tiempo,
y con su fachada de piedad
se llevan el último suspiro
de tu mirada de cristal.
Alenka
2 comentarios:
Elenita estube un rato recorriendo tu cálido lugar.
Gracias por compartirlo y por poner mi enlace en tu blog.
Un abrazo Gus.
Hellen, mi querida y recordada amiga, he recorrido tu hermoso refugio y he querido imprimir el gusto y la alegría que deja el tan sólo estar aquí, en este lugar tan tuyo y que te identifica tanto. Mil felicitaciones!!!,... es un refugio interesante. Y gracias por encontrarme entre tus enlaces.
Un gran abrazo.
Monina.
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